Vol. 1° -  VIII.15.2.

Il testo ignorato di Bartolomé de Las Casas

Per mettere la parola fine è d’uopo partire dall’inizio.

Robert Langdon, al momento di mandare in stampa il suo più che esauriente lavoro sul problema della presenza del pollo nel Pacifico e sull’Isola di Pasqua, venne informato dal Dr Gonzalo Zaragoza, dell’Ambasciata Spagnola a Canberra, che esistono notizie sulle quali si è sorvolato da parte degli studiosi di preistoria americana.

In occasione del suo quarto e ultimo viaggio nelle Americhe [1] , quello del 1502, Colombo approdò per la prima volta sul continente e ricevette polli in omaggio.

Questo episodio è narrato in Historia de las Indias da Bartolomeo de Las Casas [2] . L’episodio si svolse a Punta de Caxinas, ora Capo Honduras, non distante dall’isola di Guanaja nell’Honduras attuale. Punta de Caxinas viene tradotto in italiano con Punta di Casine, poiché vi erano molti alberi che producevano un frutto così chiamato dagli indios di Haiti. Questa spiegazione è contenuta anche nelle Istorie di Fernando Colombo.

Così riferisce Las Casas:

«La primera tierra que de la firme vió y se llegó a ella, fué una punta que llamó de Caxinas, porque había muchos árboles, cuyo fructo es unas manzanillas buenas de comer, que en la lengua de los indios desta isla Española llamaban, según decía el Almirante, caxinas, aunque yo, que supe algo della, no me acuerdo que tal nombre oyese.

«Las gentes que moraban más cercanas de aquella punta de Caxinas traían vestidas unas jaquetas pintadas, sin mangas como las dichas, y los almaizares con que se cubrían las vergüenzas, que debían ser habidos de mercaderes de la tierra de Yucatán, de onde la canoa que dijimos, creemos que venía.

«Salió el Adelantado un domingo, a cuatorce de agosto [1502], con mucha gente de los españoles, a tierra a oír misa, y el miércoles siguiente, tornó a salir en tierra para tomar la posesión en nombre de los reyes de Castilla, y estaban ya en la playa cient personas o más cargadas de bastimentos y comidas de la tierra, como pan de maíz, gallinas, venados, pescados y frutas; y presentadas ante el Adelantado y los cristianos, se retajeron atrás sin decir palabra. El Adelantado les mandó dar de los resgates, como cascabeles y sartas de cuentas y espejuelos y otras menudencias. Otro día seguiente, amanecieron en el mismo lugar más de docientas personas, todos cargados de gallinas y ánseres y pescado asado y diversas especies de frisoles, que son como habas, y otras fructas. Es la tierra muy fresca, verde y hermosa, en la cual había infinidad de pinos, encinas y palmas de seis o siete especies, y de los arboles que llamaban en esta isla hobos, que nosotros llamamos mirabolanos, fructa odorífera y saborosa.»

Se in cuor nostro nutrissimo dei dubbi, è grazie a un lavoro inedito di John Kilgore che possiamo sapere quali sono i vocaboli impiegati non solo da Las Casas, ma anche da Fernando Colombo, che accompagnò il padre durante il quarto viaggio.

Ambedue riferiscono l’episodio della messa celebrata il 14 agosto 1502; Las Casas parla di gallinas, e Fernando di gallinas de la tierra, que son mejores que las nuestras.